El avance del fútbol femenino en los distintos clubes de Comodoro Rivadavia es enorme. Hoy por primera vez en la historia, la ciudad es sede del primer Mundialito Infanto Juvenil en rama femenina.
El presente femenino en el deporte local parece estar pisando muy fuerte. Se cumplen tres semanas de realizarse la primera competencia en torneo de fútbol once. Además ya está todo preparado para vivir lo que será la tercera fecha de un campeonato que ya demostró que de prueba no tiene nada.
El mes de agosto será histórico para las futbolistas comodorenses. Claro, es que durante este finde semana la ciudad es escenario de un torneo de futsal infantil en ramafemenina, organizado por la institución “Abrazo de Gol”.
En estas épocas donde todo pareciera estar ‘difícil’, da la
sensación que se empezó a tomar conciencia sobre la importancia de realizar
actividad física dejando de lado los estereotipos y etiquetas con las que se
distinguía a cada disciplina.
Durante la historia misma de la humanidad la mujer fue
oprimida en distintos asuntos y sobre todo en aquellos deportes que se abocaban
exclusivamente a lo masculino. A la mujer le costó mucho y todavía le cuesta
adaptarse en diferentes cuestiones, no porque no sea capaz, sino porque nos
hicieron creer y se llegó a naturalizar que los trabajos, la ropa, la música,
el look de pelo, los colores, entre otros son cuestión de género.
El rol de la mujer fue cambiando, nada fue fácil pero los resultados empezaron a verse. En este caso nos
referimos al tema a través de una disciplina deportiva, históricamente
relacionada al sexo masculino como lo es el fútbol.
Desde chicos nos
hicieron creer que jugar a la pelota era cosa de varón, era un juego que si
te gustaba y eras mujer solo lo podías practicar en el patio de la casa, porque
ningún club le dedicaba horas a esta pasión de multitudes que hoy fue
transformándose. Vale aclarar que el deporte no cambió, lo que se modificó fue
la actitud y la idiosincrasia argentina.
Hoy el fútbol vibra más que nunca. Dentro del campo de
juego, en las tribunas, en las calles, en cada potrero, en cada patio, en cada
escuelita o institución que con el correr de los años debió modificar la
cartelera de actividades para incluir a la mujer en un deporte donde
socialmente le era adverso.
No fue fácil, llevó sus años, de a poco se fueron rompiendo
paradigmas, superando obstáculos, quitando etiquetas, deconstruyendo
costumbres, prejuicios, asumiendo responsabilidades, y principalmente se corrió
detrás de un sueño que hoy empieza a cumplirse, porque en la ciudad de Comodoro Rivadavia el fútbol ya es de todos.